Unas 200 cabezas de ganado del Alt Pirineu, entre vacas, caballos y ovejas, cuentan actualmente con dispositivos de geolocalización.
Estos collares permiten detectar ganado enfermo, gestante o afectado por predadores a partir de los patrones de movimiento y variaciones en los parámetros analizados. Los datos de los recorridos del rebaño ayudan al ganadero a localizar de forma rápida y eficiente su ganado ayudándole a desarrollar mejor sus tareas. Sin embargo, uno de los problemas que presentan este tipo de dispositivos es la falta de cobertura hecho que dificulta y entorpece la implementación de este tipo de sistemas en muchas zonas de montaña.
Este es uno de los grandes retos a abordar en la zona del Parque Natural del Alt Pirineu i Aran.
Para hacer viable este proyecto en el Pallars Sobirà, Roger Vidal, doctorante del IRTA, ha explicado que se han colocado nueve antenas para conseguir mejorar el rendimiento de los equipos.
Viabilidad económica y tecnológica
En zonas de alta montaña, localizar los rebaños y monitorizar su estado de salud implica largos desplazamientos diarios. Ante esta casuística, las tecnologías de geolocalización se sitúan como «un aliado del ganadero para hacerlo más eficientemente y multiplicar la información disponible» ya que permite a los ganaderos y ganaderas «saber en todo momento dónde están los animales y conocer su comportamiento diario».
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