Descripción
En Isil, un pequeño pueblo situado en las Valls d’Àneu, encontramos Casa Marxant, una casa ganadera de toda la vida donde viven Jordi y Anna. Como tantas otras casas del Pallars, antiguamente en Casa Marxant criaban ganado para autoconsumo y vender en la feria. Con tan solo diez años, Jordi ayudaba en las tareas diarias de la explotación y, con doce, llevaba él solo los animales a la feria para vender: “Yo no sabía ni cuántas pesetas tenía que pedir por un becerro. Eché el precio arriba y no me fue nada mal”.
Como resultado del esfuerzo y dedicación de muchas generaciones, Casa Marxant ha conseguido una explotación digna de admirar con noventa vacas de la raza Bruna de los Pirineos y sesenta yeguas de la raza Cavall Pirinenc Català. Durante los meses de invierno es fácil encontrar sus animales pastando por los prados de Esterri d’Àneu, Isavarre o Isil. En cambio, en verano, Jordi y Anna junto con la ayuda de una persona asalariada y ocasionalmente de algún vecino, trasladan el rebaño a la montaña de Isil, conocida como Bonabé.
Anna y Jordi están satisfechos de su vida como ganaderos. Disfrutan inmensamente de la vida en la naturaleza y del contacto con sus animales. Sin embargo, reconocen que a lo largo de su carrera como ganaderos, han surgido algunos desafíos con la convivencia del sector turístico: “Falta mucha educación ambiental. La gente cree que las vacas son como perros a las que puedes acariciar y los prados son jardines comunitarios donde poder ir a hacer el pícnic”. Por este motivo, Jordi y Anna desean un futuro donde predominen los valores de cooperación y comprensión entre todos los habitantes y visitantes de los Pirineos.