Descripción
En Escalarre, un pequeño pueblo situado en las Valls d’Àneu encontramos Casa Coix con Albert al frente de la explotación. Como muchas casas del Pallars, en Casa Coix también existe una larga tradición ganadera.
En un principio, tenían el ganado principalmente para alimentar toda la familia. Más tarde, durante la Guerra Civil Española criaron ovejas, machos y mulas. Este conflicto bélico causó la muerte de muchos animales en todo el país. Por este motivo, Casa Coix se dedicó a criar las quince yeguas que tenían para vender los machos y mulas en la feria de Salàs. Más adelante, el sector ganadero se fue adaptando a las nuevas necesidades y, de la misma manera, Casa Coix pasó a tener vacuno de la raza Bruna de los Pirineos para aprovechar la leche y seguidamente la carne.
Albert cree que la forma como las administraciones están gestionando el mundo agrario no lo pone nada fácil. Para él, una de las formas de asegurar la continuidad de las explotaciones es realizar venta directa de la carne o alternar este trabajo con otra actividad. De hecho, ambas propuestas se llevaron a cabo en su explotación y funcionaron muy bien. Hoy en día, como dice Albert: “Cada vez somos menos y no llegamos a todo”.
Albert, de momento, no sabe cuál será el futuro de su ganadería: “tengo dos hijas adolescentes que aún tienen que escoger qué camino quieren seguir, pero quieren mucho el ganado de casa y eso me hace muy feliz”.
Actualmente, esta explotación cuenta con alrededor de ochenta vacas y una quincena de yeguas, estas últimas para mantener la tradición familiar de tener equino en casa.